La comunicación corporativa como estrategia
Actualmente vivimos en la sociedad de la comunicación, donde las empresas se han alejado rotundamente de aquél proceso unilateral que antes existía. Más bien, la comunicación de hoy es una interacción de doble vía y, por ende, las compañías reciben retroalimentación de forma instantánea por parte de sus clientes y seguidores.
El proceso de comunicación no es solo cómo se dice el mensaje, sino que también es cómo lo entiende el receptor. La comunicación de una empresa no está basada en una sola persona ni en el equipo de comunicación, sino en toda la organización.
Es tanto así, que una empresa comunica desde sus empleados, colaboradores, procesos, estructuras, objetivos, estrategias, estilo de dirección, hasta la toma de decisiones. Por ende, debe de contar con una misión clara que asegure coherencia y consistencia en los mensajes que se emiten y entre todas las acciones de los colaboradores.
Por algo el escritor kreps, en su libro Dirección de comunicación empresarial e institucional define la comunicación corporativa como un “modelo de mensajes compartidos entre los miembros de la organización”.
Entre las principales funciones que tiene la comunicación corporativa podemos citar:
- Define las claves de comunicación de la organización.
- Localiza y administra los medios y soportes fundamentales para dicha comunicación.
- Asegura el correcto funcionamiento de los procesos y canales de comunicación de la organización.
- Delimita y prioriza los públicos objetivos de la comunicación.
- Controla y mide lo relacionado con el aspecto comunicativo de la organización, tanto a lo interno como a lo externo.
El gran político y estadista británico Winston Churchill, exhortaba a tener presente siempre “que por muy hermosa que sea la estrategia, de vez en cuando se debe mirar los resultados“.